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Oraciones ayudan a niño a recuperar el habla y a caminar

Dios cambia un diagnóstico irreversible


Bautismo de Jhader, donde sus padres fueron testigos del milagro por el que tanto clamaron. (Foto: MiNOP)

 

 


 

Oraciones ayudan a niño a recuperar el habla y volver a caminar
Tras un diagnóstico irreversible, la familia y amigos de Jhader Cueva se unieron en oración hasta que él se recuperó y decidió ser bautizado.

 


 

En medio de una dura batalla contra la incertidumbre médica y el dolor de ver a un hijo apagarse poco a poco, una familia decidió aferrarse a lo único que les quedaba: la fe. Esta es la historia de Jhader Cueva Infante, un niño adventista que desafió los pronósticos clínicos con la fuerza de la oración y el poder de un Dios vivo.

 

Criado en un hogar donde la Biblia es guía y la oración es costumbre diaria, Jhader fue matriculado desde pequeño en el Colegio Adventista José de San Martín, en la ciudad de Tarapoto, al nordeste de Perú. Sus padres soñaban con verlo crecer no solo en lo académico, sino también en la gracia de Dios. Sin embargo, en junio de 2024, ese sueño pareció desvanecerse.

 

 

Un diagnóstico que no llegaba

Jhader junto a su madre y personas que lo visitaban con frecuencia. Además de ellos, líderes de la Iglesia Adventista acompañaron todo el proceso. (Foto: MiNOP)

 

 

Todo comenzó con síntomas extraños: Jhader hablaba poco, perdía energía y su cuerpo, antes ágil y vivaz, comenzó a paralizarse sin explicación. Sus padres visitaron consultorios, hospitales y laboratorios en busca de respuestas, pero la medicina no ofrecía un diagnóstico claro. Solo había una certeza: su estado se agravaba cada día más.

 

Fue entonces cuando su maestra, miss Judith Flores Pérez, decidió intervenir desde el terreno de la fe. Con profunda empatía y convicción espiritual, les recomendó tres cosas: Ayunar durante 40 sábados por su sanación, entregar completamente al niño a Dios y hacer un pacto con la iglesia.

 

 

Una iglesia que ora

La maestra de Jhader, Judith Flores, junto a sus compañeritos, concientes de que en Cristo hay milagros. (Foto: MiNOP)

 

 

La familia aceptó el reto espiritual. Dieron una ofrenda especial, consagraron cada sábado para interceder por su hijo, y extendieron el ayuno a un año completo. A pesar de los esfuerzos, el estado de Jhader continuó deteriorándose.

 

Gracias al apoyo de la Misión Nor Oriental del Perú (sede administrativa del nororiente peruano de la Iglesia Adventista del Séptimo Día), Jhader logró una cama en el Instituto Nacional de Salud del Niño, donde finalmente recibió un diagnóstico certero: encefalitis autoinmune, una condición grave y de rápido avance. Los médicos fueron tajantes: no volvería a caminar ni a hablar, y su situación solo empeoraría.

 

Pero cuando la medicina calla, la fe comienza a hablar. La comunidad educativa, iglesias, clubes de Conquistadores y Aventureros, pastores y oyentes de Radio Nuevo Tiempo, entre muchos otros, se unieron pidiendo un milagro para Jhader.

 

 

El milagro

La familia de Jader, un testimonio vivo de que los milagros existen. (Foto: MiNOP)

 

 

Contra todo pronóstico, Jhader comenzó a mejorar. Primero recuperó el habla. Luego, el movimiento. Finalmente, volvió a caminar. Hoy, Jhader ha regresado a su colegio. Corre, habla, sonríe... y vive como un niño completamente sano.

 

Pero su historia no terminó allí. Marcado por su experiencia y recordando la promesa hecha a Dios, Jhader decidió dar un paso más: entregarse a Jesús, a través del bautismo. Fue bautizado el viernes 30 de mayo, durante la Semana de Énfasis Espiritual del colegio titulada “El Don que hay en ti”. Hoy, es un testimonio vivo de que, cuando el mundo dice “no hay esperanza”, Dios responde: “¡Aún hay vida!”

 

 

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